La piel de mi reino
2025
La piel de mi reino
Claudia Coca—25 años y más
Este conjunto de obras de Claudia Coca realizadas entre los principios de su carrera en la mitad de los años 90s y la actualidad demuestra su compromiso inquebrantable con la metódica investigación, deconstrucción y reconstitución de distintos sistemas históricos de representación. A lo largo de su prolífica trayectoria, Coca ha estudiado y re-apropiado varios modos de producción de las imágenes, que —articulados desde la concepción distintamente occidental de la noción de “arte” con sus varias escuelas y tendencias desde la conquista hasta hoy— han servido para construir el imaginario de “otro/a”, para establecer y mantener las jerarquías de géneros y las llamadas razas con el fin de su dominación. A través de más de veinticinco años de trabajo, la tarea persistente y ardua de la artista ha sido establecer su propio “reino”, según sus propios términos, en contra de los imaginarios dominantes y colonizadores. Es decir, Coca indaga y reinventa el mundo pictórico para imaginar un mundo real y material diferente —un mundo mejor, más justo y empático, en el cual jamás importan las distinciones entre humanos e, incluso, entre humanos y más-qué-humanos.
Egresada de la Escuela Nacional de Bellas Artes, Coca emerge en la escena limeña durante la dictadura de Alberto Fujimori con fuerza, con una suerte de la neofiguración neoexpresionista, destacada por su constante preocupación con varios roles prescritos a la mujer en la sociedad peruana y sus estratificaciones adjuntas. Desde entonces, se distingue su persistente mirada histórica vinculada con su formación académica que reflexiona sobre las distintas formas de representar género, raza, clase y otras formas de categorización de las especies y los modos de establecer las distinciones entre ellas. Expandiéndose del medio de la pintura hacia el dibujo, el bordado y el video en los últimos años, la línea de su aproximación se ha mantenido constante. Coca ha sistémicamente volteado la mirada hacia atrás, aunque no siempre en el orden estrictamente cronológico, investigando las fuentes históricas tanto visuales como textuales —desde la pintura de castas y la icónica crónica de Guamán Poma de Ayala, a través de los repertorios pictórico del arte de la corte española y las expediciones botánicas de la época colonial, el idioma del arte pop occidental y “lo popular” peruano, hasta los monumentos de la época moderna, el mundo de la publicidad contemporánea y la visión exploratoria sostenida por publicaciones que se autodenominan científicas, como la revista National Geographic—. Su objetivo es demostrar cómo el universo de las imágenes tiene poder de construir, desmantelar y reconstruir imaginarios comunes y compartidos, que son, en otras palabras, nuestra autocomprensión. Si la mayoría intenta inscribirnos dentro de los rubros claros pero estrechos y limitantes, la obra de Coca propone una visión liberadora de la igualdad radical —no sólo para los seres humanos, sino también para lo orgánico y lo mineral—.
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Dorota Biczel
Curadora